Lee el siguiente texto:
La mujer es estimada por Dios como vaso frágil, no por debilidad, sino por su delicadeza corporal y afectiva, por su instinto maternal, por ese don especial de saber escuchar.
A lo largo de la historia, la mujer ha venido conquistando derechos para elevar su voz y expresar sus valiosas ideas, en medio de un mundo que lo requería, puesto que sin igualdad social, no puede ventilarse la palabra justicia. No obstante, falta mucho por hacer y conquistar; no todas las mujeres tienen las mismas posibilidades a escala planetaria. Subsisten culturas donde su valor es considerado por debajo del valor del hombre y sus derechos no cobran fuerza.
Sin embargo, en algunos lugares existe un feminismo como ideología, donde la lucha es orientada hacia una guerra entre ambos sexos. Esto es inadmisible, cuando lo que se persigue es la igualdad entre el hombre y la mujer, porque a fin de cuentas, son las columnas elegidas por Dios para conformar familias. Y más que eso, hogares, donde arda un fuego cargado de amor, combustible imprescindible para el motor de la vida de los hijos.
Lejos de la imagen de una mujer masculinizada, lo verdaderamente importante es el reconocimiento de sus derechos, otorgarle el lugar y todas las oportunidades de crecimiento que se merece, a nivel de todas las instancias de la sociedad; pero sin sacrificar esa ternura que las caracteriza, tan necesaria para el desarrollo integral del esposo y los hijos.
En cuanto a la constitución corporal, existe marcada diferencia entre ambos sexos, dada por los roles o funciones que el Creador ha dado. Pero, en el orden espiritual caracterizó una igualdad: hombre y mujer los creó. Si bien Dios creó primero al hombre que a la mujer; luego, todo hombre es nacido de mujer. Si desaparecieran las mujeres, ¡adiós a los hombres! Y es que son seres constituidos para ser complementarios, el uno no es nada sin el otro. ¡Qué gusto tener un Dios sabio y amoroso, el cual impartió al ser humano la dignidad de poseer un espíritu para comunicarse con su Creador!
* Actividades a realizar:
* Escribe tu opinión sobre los roles o funciones que cumple la mujer en la sociedad y en la familia.
* ¿Qué valores morales y sociales debe impartir la mujer a sus hijos desde el hogar?
* Según la lectura, ¿Qué importantes virtudes dió Dios a las mujeres desde su creación?
